martes, 30 de marzo de 2010

La Escuela 35 revivió viejos tiempos y sopló 100 velitas

Con mucha algarabía, emoción y recuerdos, la Escuela 35 de
“Cuatro Galpones” festejó a lo grande y sopló sus primeras 100
velitas. Las viejas historias de los ex alumnos se combinaron con la
energía y alegría de los chicos que hoy cursan sus estudios en la
escuela rural y todo se convirtió en un gran festejo. El día acompañó
y a pesar de los históricos reclamos de este establecimiento, que
todavía no cuenta con una línea telefónica, todos cantaron el feliz
cumpleaños y brindaron por los 100 años de vida.

La actividad se hizo el viernes y participaron todos los miembros de
la comunidad educativa, desde los actuales alumnos, el personal
docente y hasta los primeros maestros y ex alumnos que hoy tienen más
de 80 años. Todas las generaciones se hicieron presente para levantar
la copa, esta vez por los 100 años de una escuela que sabe de viejas
épocas. A todas las actividades formales se le sumaron los históricos
reclamos de una escuela, que el año pasado se sumó a la modalidad de
jornada extendida, impulsada desde el Ministerio de Educación y que
hasta ahora, no ha recibido ningún tipo de ayuda para ampliar las
instalaciones. Lo que más preocupa a todo el personal es el reclamo
por la línea telefónica que a 100 años de su funcionamiento, nunca ha
recibido respuestas a esta problemática.

Durante el acto hubo dramatizaciones de historias, canciones y hasta
una exposición de fotos antiguas que marcaron un antes y un después en
la vida del establecimiento y de quienes lo fueron integrando durante
las diferentes décadas. Así se pasó del blanco y negro al color y
luego del reconocimiento a los primeros alumnos, que pocos años le
llevan a la Escuela 35, se realizó el corte de la torta y todas las
generaciones corearon el feliz cumpleaños alzando la copa por tantas
historias vividas alrededor de esta institución.

Este mediodía, una comisión que se formó para organizar los festejos,
va a realizar un almuerzo del que participarán más de 150 personas,
que de alguna u otra manera pusieron su granito de arena para sacar
adelante la educación en una zona rural, que todavía presenta
innumerables falencias.

El equipo directivo, aún esta esperando la ampliación del
establecimiento, que por adherir a la modalidad de jornada extendida,
debería contar con más aulas, una sala de informática y un salón de
usos múltiples. En la actualidad concurren a la escuela, que se
encuentra a varios kilómetros de la ciudad, un total de 210 chicos y
son casi 130 los que almuerzan de lunes a viernes en el comedor del
colegio, ubicado en Traful y Adaro. Además, en contra turno se dictan
talleres de Inglés, Literatura, Teatro y Ciencias.

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