Exitosa subasta de terrenos municipales

Con muchísima convocatoria se realizó la segunda subasta
pública impulsada por el municipio local. Los terrenos se agotaron y
la recaudación superó los números del remate anterior, realizado en
diciembre. Esta vez la administración local se quedó con cerca de un
millón y medio de pesos que serán destinados a un fondo de obras
públicas.

Poco después de las 10:00 de ayer, el salón del Concejo Deliberante
estaba repleto de personas que se habían acercado para participar de
la subasta y disputarse algún terreno. Las ofertas, esta vez, eran
mucho más tentadoras que las anteriores, ya que los lotes habían
bajado el precio de sus bases, en un promedio del 15%. En total se
remataron 47 terrenos ubicados en barrio Universitario, Noroeste y en
inmediaciones a barrio El Porvenir, y la recaudación fue de $
1.366.350. A este monto se le suman los más de $ 800.000 que se obtuvo
de la venta de 17 lotes, subastados en diciembre pasado. La cifra
total supera los 2 millones de pesos, por lo que ha colmado las
expectativas del municipio y ahora será invertida en obra pública.

La compulsa fue dirigida por el Colegio de Martilleros de la segunda
circunscripción de esta ciudad, para darle un marco jurídico y de
legalidad al trámite. Los profesionales obtuvieron un 3% del valor
total de cada lote rematado y entre las condiciones se debía abonar al
momento de la compra un 30% del precio total del terreno. La primer
cuota se deberá pagar transcurridos los cinco días hábiles luego de
aprobada la subasta y la segunda y tercer cuota se debe ser cancelada
entre los 30 y 60 días próximos. La recaudación estará a cargo del
área de tesorería municipal.

Los compradores en esta ocasión fueron variados. Desde empresarios que
pretendían adquirir un lote con fines comerciales, hasta obreros de
clase media que planifican construir su vivienda. Todos tuvieron la
posibilidad de concursar y mientras algunos compraron por 24 mil
pesos, otros pagaron 37 mil, por los más codiciados que tenían una
mejor ubicación y estaban sobre arterias pavimentadas, como fue el
caso de los lotes de calle Jujuy. La cercanía para acceder a los
servicios fue un criterio indispensable al momento de comprar, ya que
se aclaró desde el inicio, que ningún terreno contaba con la
instalación de agua, luz y gas.